Tsunami de propaganda anticannabica

miércoles, 4 de junio de 2008

Extraido de:
http://www.fac.cc/2008/06/tsunami-de-propaganda-anticannabica.html

La Ola, de Hokusai


«Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.»

Joseph Goebbels, Reichspropagandaleitung der NSDAP


Hay quien ve mal que en este blog se relacione a Goebbels o a los nazis con la cruzada antinarcóticos, pero la cita que abre esta entrada es de lo más apropiado para explicar lo que sólo se podría calificar como una verdadera avalancha de noticias chorras sobre el cannabis, una orgía de despropósitos que incluso a nosotros, que deberíamos estar curados de espantos, nos está sorprendiendo.

Efectivamente, y como proponía el esmirriado jerarca del Tercer Reich, es imposible responder a este tsunami propagandístico a medida que se va produciendo, así que nos vemos obligados a juntar todas estas gilipolleces en un solo post y a dar cuenta de ellas con cierta concisión, así que las refutaciones serán breves pero contundentes. Nos centraremos principalmente en supuestos "estudios científicos", dejando a un lado artículos que forman parte de la ofensiva, pero cuya publicación en los periódicos obedece a criterios misteriosos, como este de El Mundo, donde Amador Calafat da rienda suelta a su fijación anal como si fuera un niño jugando con sus propias heces ¡Criaturita!


- Marihuana y corazón
Corazoncito cannabicoNi la bollería industrial, ni las grasas trans, ni el tabaco, ni el alcohol, ni la comida basura. El NIDA nos dice que existe un riesgo serio de que el cannabis afecte al corazón. Mucha jerga científica de pacotilla ("apolipoproteínas": Moliére se habría sentido a gusto en estos tiempos), una base de sujetos ridícula y un consumo tan masivo de cannabis por parte de éstos que imposibilita cualquier extrapolación al del común de los fumetas, nos llevan a pensar que el NIDA ha perdido definitivamente el norte. La credibilidad, por contra, no la tuvo la nunca, y no se puede perder lo que no se posee.

Más en: Cannabis e infarto: desinformación masiva

- Supercannabis: el regreso
No hay kriptonita que acabe con el mito del supercannabisPegajosa y recurrente como pocas, ya nos hemos ocupado de la leyenda del supercannabis en otras ocasiones, pero no hay manera. Como la grasa o el polvo en los anuncios, vuelve una y otra vez sin que ningún producto milagroso sea capaz de librarnos de esta peste mediática. Tiene delito que en la noticia de la BBC se recurra a la autoridad del OEDT, que desmintió esta especie hace cuatro años. Por si esto (y el sentido común) no fuera bastante, NORML se hace eco en su blog de un reciente estudio en el que se han analizado 100.000 muestras de marihuana sin encontrar fundamento alguno para este meme prohibicionista. Da igual, sabemos que se seguirá propagando con la entusiasta complicidad de los periodistas más torpes, descuidados y desinformados del planeta: los que se ocupan de las drogas ilegales.

Más en:
Potent Pot Myths Exposed (Again)

- Efectos adversos de la terapia con cannabinoides
hagamos de tripas corazónUna investigación perfectamente ociosa de Raquel Abalo. Con dosis bajas, a las ratas (¿por qué no se hizo el estudio con humanos?) no les pasa gran cosa, pero con dosis altas, tampoco. Los efectos secundarios citados por esta señora ("depresión central, retraso en el vaciamiento gástrico y en el tránsito intestinal") son un chiste en comparación con los de cualquier fármaco de uso común.

Más en:
Posibles efectos secundarios de una terapia con cannabis y THC

- El cannabis 'reduce', 'daña', 'encoge', 'atrofia' (táchese lo que no proceda) el cerebro
Llegamos a la guinda de este rancio pastel. Al igual que en el primer estudio, nos encontramos con una muestra de sujetos absurdamente pequeña (15 fumadores, 16 controles) que sirve de poco a la hora de determinar los efectos del cannabis, pero viene estupendamente para fabricar titulares tremebundos, que es el fin último -por no decir único- de estos estudios. Hemos enlazado la noticia de El País, donde el reporter Tribulete de turno cuenta que estos daños se habían probado ya en animales (suponemos que habla de los experimentos del mad doctor Heath, que asfixiaba a los monos con máscaras antigas para producirles una hipoxia), pero no en humanos. En Terra, los propios autores del estudio niegan haber probado nada:

«Si bien los expertos reconocían que el estudio no prueba que fuera la marihuana, y no otro factor, lo que había provocado esas diferencias cerebrales, Yucel advirtió de que los descubrimientos ciertamente apuntan a esta sustancia como causa»


En fin, a lo único que apuntan estas noticias y estos estudios de chicha y nabo es a la incompetencia, el descaro y la ignorancia de científicos y periodistas, que nos dan más trabajo que un hijo tonto. Que investigadores como Rafael Maldonado se presten a sancionar esta mascarada (véase el artículo de El País) es un indicador de la escasa calidad humana, científica y ética de los cruzados antidroga. Suponemos que algún día, cuando acabe la prohibición, alguien escribirá un libro sobre estos torpes manejos, pero no esperaremos hasta entonces para reírnos de esta panda de farsantes.